“A pesar del claro rechazo de las acciones ilegales practicadas por la CIA durante la época de Bush, muchos hechos permanecen en secreto y ninguno de los oficiales públicos fue llevado ante la justicia de Estados Unidos”, escribió Emmerson en un reciente informe.

Numerosas denuncias de defensores de los derechos humanos informan que sospechosos de terrorismo fueron detenidos por la CIA sin que se les presentaran cargos. Encerrados en las cárceles secretas, a menudo eran víctimas de torturas ?omo el ‘waterboarding’ (ahogamiento simulado) o la privación de sueño.
“Ahora existen evidencias creíbles que demuestran que las cárceles secretas de la CIA se encontraban en Lituania, Marruecos, Polonia, Rumanía y Tailandia y que los funcionarios de al menos 49 países ofrecieron su espacio aéreo” para los aviones de la CIA que trasportaban a los sospechosos, indica Emmerson.

Todas esas acciones deberían ser investigadas, según el ponente. Sin embargo, el Fiscal General de EE.UU., Eric Holder, ya anunció que no se perseguiría legalmente a aquellos que “actuaron con buenas intenciones” y siguieron las instrucciones del Departamento de Justicia durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009). Este hecho significa asegurar la “perpetua impunidad de los funcionarios públicos implicados en esos crímenes”, concluye Emmerson.


Fuente: Radioespectáculo