Los científicos han descubierto un arrecife de coral vivo en las aguas costeras de Irak, que a pesar de tener una superficie total de 28 km2, no había sido detectado anteriormente, siendo ‘invisible’ incluso para los ‘drones’ que patrullan la zona.
Un grupo de científicos iraquíes y alemanes tras varias expediciones conjuntas realizadas en 2012 y 2013 logró encontrar en las aguas costeras de Irak el único arrecife de coral tropical habitado. Los resultados de este descubrimiento han sido publicados en la revista ‘Nature Scientific Reports‘.
El descubrimiento ha sorprendido a la comunidad científica, porque a pesar del hecho de que los arrecifes de coral están situados frente a las costas de muchos países árabes del golfo Pérsico, la ciencia moderna no había tenido ninguna constancia sobre la presencia de arrecifes de coral en las aguas de Irak.
Es más, en los últimos años Irak se encuentra en una zona de abundantes operaciones militares y la totalidad de su territorio, incluidas las zonas costeras de 58 kilómetros, están siendo monitoreadas constantemente por aviones no tripulados estadounidenses. Desde este punto de vista, notar la presencia de una zona de arrecifes de coral de 28 kilómetros cuadrados parece imposible. No obstante, el descubrimiento acaba de producirse.
Este sistema ecológico es singular, porque está situado cerca de la desembocadura de los ríos Tigris y Éufrates, en las aguas revueltas, ricas en sedimentos de materia orgánica, a pesar de que existe una opinión común de que los arrecifes de coral tropicales son sistemas extremadamente sensibles y requieren un agua clara y temperaturas superiores a los 25ºC.
Mientras tanto, el arrecife de coral recién descubierto habita en aguas turbulentas con una visibilidad de un metro, que sufre cambios en la temperatura del agua de 14°C (en invierno) a 36°C (en verano).
Además, este sistema se caracteriza por una diversidad de elementos, que incluye no solo varios tipos de corales duros y blandos, sino también diversos tipos de esponjas, moluscos, peces, estrellas de mar y erizos de mar. También representa un especial interés científico estos corales masivos, de crecimiento lento, que durante muchos años de evolución lograron adaptarse a este ambiente tan extremo.
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